viernes, 30 de noviembre de 2012

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Entrada"Los guachos" Roberto Torres






Postre
"Deleuze y la brujería" Lee y Fisher







"El arte es magia liberada de la mentira de
ser verdad.
" Theodor Adorno

"Los Guachos. (Libro Primero: La Iniciación)"


Torres nos cuenta su experiencia con un chamanismo nuestro, judeocristiano, que fue obligado a ocultarse por siglos. Las corrientes filosóficas orientales, tanto india, china, como japonesa, no son más que los diferentes chamanismos culturales de la historia humana; todas las culturas y tribus de esta tierra gozaron de esa fuerza inherente a la naturaleza humana.
Estos chamanismos que cumplen miles de años en nuestro siglo, se han vuelto muy populares para nosotros hoy en día… pero, ¿qué ha pasado con nuestras propias raíces chamánicas? ¿Dónde están? El chamanismo Guacho nos propone una experiencia de conocimiento, sabiduría y encuentro con uno mismo, sin por ello dejar de transitar nuestro cotidiano. 
Por eso se lo llama chamanismo urbano, no hay por qué retirarse a la montaña. Si somos hijos de las urbes y de nuestro contexto, el chamanismo occidental no debe plantearse como una traspolación de elementos orientales adaptados a nuestros paisajes y hábitos alimenticios. Este chamanismo que saliendo a la luz renace hoy bajo la figura del guacho, nos habla de una suerte de orfandad del alma, un estado de no pertenencia al mundo, un permanente estar dislocado, que se presenta bajo una raíz común en todos los pueblos de occidente desde Moisés, mezclándose con el conocimiento secreto egipcio, tomando la influencia del pensamiento griego, pasando por los esenios, la Kabballah; hasta el gnosticismo cristiano y la alquimia renacentista.
Este es el relato de un joven que decide emprender un viaje a Perú en busca de la verdad. Este joven reverberante del que nos habla Torres, cree poseer entre las venas de sus manos el sentido mismo, la esencia de la verdad; vive su vida y su búsqueda como si él fuese el único ser en el universo que comprende la importancia de La Verdad. Pensándose como un Cristo ya ascendido, el protagonista se encuentra accidentalmente con una corriente chamánica secreta –los guachos- que rompe por completo la ilusión y la ingenuidad de su búsqueda. Siguiendo un movimiento spinoziano, esta corriente chamánica nos revela que el descentramiento del hombre, el no poder percibir su esencia como sustancia divina, es precisamente aquello que lo hace caer en la ilusión de la imaginación que le propone plantearse como el centro mismo de todo el universo conocido, el centro perceptivo del todo, el hacedor y poseedor intrínseco de la verdad; provocando asi el movimiento inverso en el cual el hombre solamente se separa más de sí mismo, alejándose de la verdad. Torres rescata un chamanismo nuestro, un chamanismo “guacho”, contracultural, que desafía la todopoderosa Razón cartesiana-kantiana, enseñándonos que esa verdad habita en todas partes y en ninguna.

"Los Guachos. (Libro Primero: La Iniciación)"
Roberto M. Torres
ISBN: 987-23047-0-X
Tol Ediciones, 2006



"El Devorador De Hombres De Malgudi"


Rasipuram Krishnaswamy Narayan nació en Chennai (ciudad también conocida como Madrás, India) el 10 de octubre de 1906. Pasó sus primeros años junto a su abuela, que se encargó de su educación durante esa época. Después, tras estudiar en la ciudad de Mysore, trabajó como maestro, fue corresponsal de varios periódicos y escribió artículos en algunas revistas.

En 1935 publicó su primera novela gracias al apoyo de su amigo, y también escritor, Graham Greene. Titulada Swami y sus amigos, se basa en diversas experiencias de Narayan como profesor en una escuela rural. Siguieron a esta obra muchas otras más dirigidas a adultos, aunque son varias las personas que han recomendado estas lecturas a jóvenes por su importante dosis de humanismo al tratar la realidad social india.

Una curiosidad sobre buena parte de sus novelas, como El devorador de hombres de Malgudi, El vendedor de dulces o El mundo de Nagaraj, es que el autor suele recurrir a un mismo escenario: Malgudi, una ciudad ficticia ubicada en el sur de la India. Por otra parte, a la hora de describir su prosa la crítica y los lectores siempre han coincidido en describirla como sencilla y penetrante. Además, su tono intimista permite que el lector sienta más de cerca la vida y las costumbres de sus personajes.

Se considera a Narayan uno de los escritores indios más importantes del siglo XX y llegó a ser reconocido con honores como el Premio Padma Bhusham, el Sahita Akademi y la medalla A. C. Benson. Además de escribir novelas se atrevió con relatos y cuentos (como los que publicó dentro de El cuento de la abuela), y en 1974 vio la luz un libro de memorias que tituló My days.

Tras una larga vida y muchos libros a sus espaldas, R. K. Narayan finalmente falleció el 13 de mayo de 2001 en Chennai, el mismo lugar donde había nacido 94 años atrás.

Selección de su obra en español: El vendedor de dulces, Swami y sus amigos, El pintor de letreros, El profesor de inglés, El mundo de Nagaraj, El devorador de hombres de Malgudi, El guía
"El Devorador De Hombres De Malgudi"
R. K. Narayan
ISBN: 9788476691700
Muchnik Editores, 1992
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"El secreto de la flor de oro"


El secreto de la flor de oro es el secreto de los poderes del crecimiento latentes en la psique. A partir de esta definición, Jung y Wilhelm abordan un nuevo enfoque de la sabiduría china (sobre la base de dos fuentes: un antiguo sistema del yoga chino y la psicología analítica) y demuestran el profundo desarrollo psicológico que resulta de una correcta relación de las fuerzas dentro de la mente. Partiendo de dos de las tesis principales de la psicología analítica, la teoría del símbolo como transformación de energía y la teoría de animus y anima, el texto deplora la actitud imitativa de Occidente con respecto a Oriente, "tan estéril como las modernas escapadas a Nuevo Méjico, las beatificas islas de los Mares del Sur y el África Central, donde juega en serio a ser primitivo". Y propone "reconstruir la cultura occidental, que padece de mil males. Y ello debe hacerse en el lugar adecuado, y a ello debe acceder el hombre europeo con su trivialidad occidental, con sus problemas matrimoniales, sus neurosis, sus ilusorias ideas sociales y políticas, y con su completa desorientación en lo que respecta al modo de considerar el mundo."
(Del prólogo)
"El secreto de la flor de oro"
Carl Jung
ISBN: 9789501267129
Paidós, 2008




"Deleuze y la brujería"


"La pragmática inherente a la brujería ha tenido que lidiar, a lo largo de los siglos, con rivales demasiado celosos de su informalismo experimental, demasiado recelosos de sus simpatías umbralicias por lo contra natura. Desde las persecuciones ligadas a los intereses codificadores de las religiones y los mecanismos de control eclesiástico, hasta las acusaciones de superstición vinculadas al desencantamiento de la naturaleza iniciado por la ciencia moderna, en especial en su versión racionalista e instrumental, la brujería, y todo lo que pueda estar aliado a ella en su impulso intermedial (alquimia, magia, teurgia, chamanismo, etc.), ha padecido múltiples simplificaciones. Pero la más reciente puede ser adjudicada, curiosamente, a aquellos que la reivindican desde una moral del reconocimiento; reivindicación que, tanto desde las ciencias naturales como, más tarde, desde los estudios psicológicos y antropológicos de las ciencias sociales, se viene intentando desde hace al menos un siglo con tangible entusiasmo y velada paranoia.
Esta silenciosa reducción –intelectual y socialmente exitosa– halla en las variantes de la analogía sus armas privilegiadas. [...]
Por eso no es usual que un filósofo se acerque a la brujería e intente atraparla en su singularidad difusa, en la precisión de su experiencia nebular, evitando reducirla a cualquier tipo de control analógico.
Pero quizá no genere sorpresa que, de existir un filósofo afín a la brujería, este haya sido el francés Gilles Deleuze; afinidad de la que poco o nada se ha dicho, de no ser como simple excusa para tallar alguna bella aunque inoperante metáfora. Si Deleuze podía esgrimir esta afinidad sin ningún tipo de escrúpulo, es porque también suscribía a una visión de la naturaleza en extremo divergente a la que sostienen el mecanicismo, el causalismo, o el finalismo organicista más tradicional. [...]
Matt Lee y Mark Fisher han sido de los primeros en explorar y valorar este aspecto de la obra de Deleuze; con la excepción, quizá, de Nakh ab Ra, poeta y escritor argentino que viene desarrollando al menos desde el año 2000 este filo deleuziano-brujo, aunque llevándolo mucho más lejos, hasta sumergirlo en las fuentes menos codificadas del esoterismo; impulso vernáculo, este último, que se continúa hoy en el Laboratorio Sintético Deleuziano y la Escuela Cuaternaria Inter-Reinos, cuyas investigaciones en políticas de la brujería han sido editadas recientemente en un libro titulado Nosotros, los brujos.
Lee y Fisher encarnan dos vías diferentes aunque hiper-aliadas en la lectura del Deleuze brujo. Mientras el primero lo vincula al arte y a la brujería de Austin Osman Spare (personaje injustamente olvidado de la aventura artístico-esotérica de la Inglaterra de principios del siglo XX), el segundo lo utiliza para la exploración de lo que llama “materialismo gótico”, una interesante aleación de ficción teórica, terror y ciberpunk. Por un lado, Matt Lee se vale, simultáneamente, de los fragmentos de Deleuze sobre brujería y de la obra de Spare, para construir una metafísica práctica cuyo proceso fundamental describe como un “enchufarse a la conciencia orgiástica” y cuyo objetivo consistiría en entablar nuevas “relaciones con lo viviente”. Por otro lado, Mark Fisher, reencontrando la línea abstracta de Deleuze en lo que llama flatline (el concepto es de la novela Neuromante, de William Gibson, quien a su vez toma el término de la jerga paramédica), explora el cruce entre las investigaciones de la cibernética, la literatura y el post-estructuralismo, aunque su materialismo gótico, nutriéndose de la experiencia suspendida entre la vida y la muerte, evita estancarse en la moda inofensiva que componen las actuales derivas en informática y cibernética, enviscadas aún en los prejuicios antropocéntricos del organismo, el imaginario, la identidad y la subjetivación. Contra la “out of body experience” (experiencia fuera del cuerpo, que deja intactos tanto el Yo como el organismo), Fisher explora el “out to body experience” (experiencia hacia o en el cuerpo), es decir, las tecnologías que permiten experimentar por fuera (out) del Yo en los bordes del organismo. Si el cuerpo no es el organismo, sino aquello que le escapa constantemente, es la experiencia del cuerpo (sin órganos) lo que bulle en las prácticas del brujo.
Estos textos (junto al mencionado libro Nosotros, los brujos) inauguran, en primer lugar, una zona aún no transitada de la filosofía de Deleuze; zona que a la vez permite comprender desde otro lugar aquellos aspectos demasiado manidos de su obra (la multiplicidad, el acontecimiento y el devenir). Y, en segundo lugar, proponen una nueva lectura y una nueva experiencia de la brujería, por fuera de los aparatos de analogía utilizados por aquellas teorías que siguen sin poder desprenderse del imperativo moral de reconocimiento que las anima. Lejos de prejuicios cínicos y reductivas apologías, los textos de Lee y Fisher nos cuentan que la brujería, en la obra de Deleuze, puede al fin abrir sus pulmones. Bastaría dejarse arrastrar por un imperativo de aventura, para empezar a escuchar, como en un sortilegio, su cálida respiración."
(Del prólogo)
"Deleuze y la brujería"
Matt Lee y Mark Fisher
Selección, traducción y prólogo: Juan Salzan
ISBN: 9789871501151
Las Cuarenta, 2009