En octubre de 1903 un caso criminal conmueve a la sociedad alemana.
Andreas Dippold, 23 años, estudiante de derecho que se ganaba la vida
como tutor particular, es acusado de haber golpeado tanto a sus dos
alumnos que uno de los hermanos ha muerto por los maltratos. El
“preceptor” sostiene que su conducta es conforme a la ley pues era
necesaria para impedir el vicio principal de sus educandos: la
masturbación. Los padres –emblema de la alta sociedad berlinesa (el
padre integraba la cúpula del Deutsche Bank)– apelan a todas sus
influencias para que el acusado sea condenado como un criminal sexual de
gran peligrosidad. El tribunal, sin embargo, tiene sus reservas y
condena a Dippold a sólo 8 años de prisión. Eso desata un revuelo en la
opinión pública del último Imperio Alemán en torno a lo que, en alusión a
Dippold, se dio en llamar “dipoldismo”: la violencia de motivación
libidinosa, la excitación sexual que proviene de someter a castigos
físicos a los niños.
Michael Hagner, autor de este libro, reconstruye paso a paso la
historia trágica del asesino en cuyo sistema de valores (antisemitismo,
religiosidad culposa, cientificismo, pesimismo cultural y vitalismo) se
interpreta hoy el germen ideológico del nazismo. Por su truculencia, el
caso del crimen y su juicio posterior generaron un escándalo público que
llegó a influir sobre el debate científico de la época. La psiquiatría y
la pedagogía no fueron las mismas después del “caso Dippold”. A partir
de allí empezó a considerarse al sadismo como un síndrome también del
ámbito de la educación. El caso, paradigmático, se imponía como
alternativa empírica a los ejemplos poco científicos extraídos de textos
del Marqués de Sade. A los juristas, por su parte, el caso les vino
como anillo al dedo en la vehemente discusión sobre la reforma del
derecho penal.
Con todo, el “dipoldismo” es una desginación que se
perdió con el tiempo. El concepto no figura en el diagnóstico
psicopatológico actual. Y el rastro de Dippold también se perdió: en
Latinoamérica, donde probó suerte como abogado después de cumplir su
pena de reclusión.
El preceptor bien puede leerse como novela policial o como análisis
cultural de la época del Kaiser Guillermo II. Un libro atrapante, de
esos que dejan sin aliento.
Sobre el autor
Michael Hagner nació en Alemania en 1960. Estudió medicina y
filosofía en Berlín y se dedicó a la historia de la ciencia. Fue
investigador del Instituto Max Planck y hoy es profesor del Instituto
Suizo de Tecnología en Zurich. Publicó varios libros sobre la relación
entre ciencia, ideología y sociedad. En 2008 obtuvo el premio Sigmund
Freud por la calidad de su prosa, otorgado por la Academia Alemana de
Lengua y Literatura.
 |
"El preceptor. Un caso de educación criminal en Alemania" Michael Hagner ISBN: 978-987-28031-5-5 Mardulce editora |
“El preceptor es una descripción tan brillante que recuerda a la
película La cinta blanca, de Michael Haneke”, Andreas Platthaus,
Frankfurter Allgemeine Zeitung
“Una combinación magistral de narración y análisis”, Adam Soboczynski, Die Zeit
“La prosa de Michael Hagner convence a la manera de un
policial. Y así uno del caso de un adolescente corpulento de 14 años y
familia adinerada, que es asesinado a golpes por su preceptor
particular, cien años después como si hubiera ocurrido ayer”, Johanna
Adorjan, Frankfurter Allgemeine Zeitung
“El sadismo vestido de pedagogía. Un auténtico thriller”, Ursula März, Die Zeit