sábado, 2 de febrero de 2013

02 febrero 2013











"Las tetas de Tiresias"

Las tetas de Tiresias (Les Mamelles de Tirésias) es una obra de teatro surrealista de Guillaume Apollinaire estrenada en el Teatro Renée-Maubel de París el 24 de junio de 1917, dirigida por Pierre Albert-Birot, con música de Germaine Albert-Birot y escenografía y vestuario de Serge Férat.
Max Jacob dirigió los coros.
El autor se inspiró en el mito del adivino tebano Tiresias para invertirlo y realizar una actualización de tintes provocadores, feministas y antimilitaristas.
Cuenta la historia de Teresa, que cambia de sexo para obtener el poder entre los hombres. Su objetivo es alterar las costumbres, rechazar el pasado y establecer la igualdad de sexos.
Apollinaire subtituló la pieza drama surrealista, dando lugar a la designación que pasaría a ser la de uno de los movimientos artísticos y literarios más significativos del siglo XX. La portada del programa del estreno era un dibujo de Pablo Picasso.
El estreno de la obra, abundante en travestismos, juegos de palabras y salidas de tono, constituyó un escándalo además por sus alusiones pacifistas en plena Primera Guerra Mundial (en la que, sin embargo, Apollinaire había luchado y sido herido), que hacía sospechosa de pangermánica toda conducta de este tipo.
"Las tetas de Tiresias"
Guillaume Apollinaire
Traducción de Jorge Fondebrider
Gog Y Magog, 2010
ISBN: 9789509704527


"Los vasos comunicantes"


Los vasos comunicantes son aquellos que restablecen la unidad entre el mundo de la vigilia y el del sueño. Lo importante es «retener de la vida despierta lo que merece ser retenido». Por eso el sueño libera, exhibe, crea, borra la noción del tiempo y provoca una «conspiración de silencio y de noche» en torno al amor. El sueño sobrepasa la realidad y restituye la presencia de los seres amados y ausentes. La mujer, enigmática y evasiva, aparece envuelta en melancolía y soledad. Los lugares, los objetos, las personas cobran sentido auténtico al animarse por la afectividad evocadora e irracional del poeta. Y es éste el que vuelve a colocar al hombre en el corazón del universo. En este libro, André Breton pretende demostrar que el mundo real y el del sueño son el mismo; examina las diversas teorías de interpretación del sueño y se detiene principalmente en la propuesta por Freud. Pero para Breton la unidad del sueño y de lo real tiene su raíz en una transformación social. Sin embargo, eso que él busca más allá de la revolución es «el destino eterno del hombre».
"Los vasos comunicantes"
André Breton
Ediciones Siruela, 2005
ISBN: 978-84-7844-869-2


"¿Qué es la Literatura?"


Europa acaba de salir de la Segunda Guerra Mundial y Francia está particularmente devastada por los efectos de la misma. Sin embargo, no es una época de crisis social y política, exclusivamente, el arte también ha sido cuestionado con relación a su papel y pertinencia. Sartre, consciente de su compromiso histórico decide asumir el problema de la literatura, considerándola a partir de tres preguntas básicas: qué es escribir, por qué escribir y para quién se escribe. El resultado: un texto complejo, polémico pero, sobretodo crítico.

El autor no está interesado en hacer una discusión sobre el arte, si esta no apela a la sociedad en su conjunto, si no apela a la manera en la que el hombre y su libertad se relacionan con ese mismo arte. De esta forma, la reflexión sobre el papel del escritor, es al mismo tiempo la reflexión sobre la revolución, sobre el ejercicio político, la burguesía, la historia, etcétera. Sartre desea mostrar cómo la literatura es también una cuestión de compromiso e impugnación; y por ello, en buena medida, se esbozan aquí muchas ideas que utilizará posteriormente con respecto a los intelectuales y a los problemas políticos de su tiempo: el colonialismo, las disputas bélicas, entre otros.

La tesis sartrena de la literatura puede expresarse acertadamente de la siguiente manera: literatura es la subjetividad de una sociedad en constante revolución. Se trata de una subjetividad societal puesto que no se buscan las creaciones particulares, las subjetividades de este u otro autor, sino la consecución a partir de sus trabajos de una imagen mucho más amplia del tiempo y la situación histórica; pero al mismo tiempo es una sociedad en constante revolución; una sociedad que no sólo apuesta a la negatividad crítica, sino también a la construcción, a la síntesis del ser/hacer/tener.

Con rigurosidad, con argumentos, Sartre examina los problemas del público real y el público virtual, las contradicciones del espíritu de análisis propio de la intelectualidad burguesa, su noción de hombre total en el arte, las particularidades del papel del escritor en la Francia de los siglos XII, XVII, XVIII, XIX y, con especial énfasis, la del siglo XX, ahonda en su idea de la literatura de las grandes circunstancias y en cada apartado, en cada palabra, demuestra porque fue considerado en su época el último gran pensador de nuestros tiempos. La edición cuenta además con la presentación que hizo Sartre a Les Temps Modernes y de rescatar el ensayo La Nacionalización de la Literatura en la que el autor considera aún más a profundidad las implicaciones de ser un escritor, de ser el encargado de volverle la dignidad a nuestro lenguaje.

 Alejandro Jiménez
"¿Qué es la Literatura?"
Jean-Paul Sartre
Losada
ISBN: 9789500395854



"Las flores de Tarbes o El Terror en las Letras"


      «El pensamiento tiene su cara oscura, como La Luna: es asunto de las palabras iluminarlo y no hay observación sobre la lengua, por escueta que sea, que no pueda servir para responder a la vieja pregunta: ¿Qué pensamos cuando no pensamos en nada?»
Jean Paulhan

En las épocas de Terror, dice Paulhan en Las flores de Tarbes o El Terror en las Letras (1941), a los hombres se les exige la pureza, y se toman más en consideración las obras que las personas. Los escritores que después de cien años temen la contaminación de las palabras, aspiran, huyendo de expresiones tradicionales, lugares comunes y clichés, a traducir sus pensamientos en un idioma nuevo que no los traicione.

Prohibiéndose entrar en el jardín la Letras con las flores de la Retórica, los terroristas, por tanto, huyen sobre todo de los géneros. Quieren novelas no novelescas, teatro no teatral y poesía no poética. Huyendo de lo conocido, aspiran a lo nuevo, alumbran monstruos. Es el Terror. Frente a los terroristas se alzan los mantenedores, que no repudian aquella vieja Retórica. De este duelo sale la literatura exangüe. Triunfa, como es sabido, el Terror en las Letras, pero el insuperable temor al artificio terminará conduciendo a los terroristas a un callejón sin salida. ¿El remedio? Recrear una Retórica, usar el brillo de las palabras para que éstas pierdan su brillo y hacer que los espejos dejen de jugar a ser alondras. Se prohíbe de este modo entrar sin flores en el jardín de la literatura. 

La flores de Tarbes se hace eco de ese combate, lo describe como si no le afectara, pero no deja de saberse implicado en él hasta el punto de vislumbrar su propio fracaso. Se empeña así en una tarea sin fin, de la que ni siquiera sabe si ha podido comenzar. De ahí sus últimas palabras, que cierran el misterio de las Letras: “Digamos, después de todo, que no he dicho nada.”
"Las flores de Tarbes
o El Terror en las Letras"
Arena Libros, 2010
ISBN: 84-95897-78-7